Como nos cuenta Esther Vivas en El negocio de la comida, Juan Roig, fundador y presidente de
Mercadona, afirma que su empresa “ha triunfado gracias a la cultura del
esfuerzo. De la crisis se sale cambiando de actitud, pensando más en nuestros
deberes y menos en nuestros derechos”. Desde 2008 sus ganancias han aumentado
un 58%, en 2011 su cuota de mercado era casi del 24% y Roig es la cuarta
persona más rica de España según Forbes. La empresa defiende que su éxito es
gracias a los precios bajos y el comercio de proximidad, pero también tiene que
haber algo más.
Mercadona ha sido acusado de participar en la financiación
del PP en los papeles de Bárcenas, de la desaparición del pequeño comercio, del
ahogo al campesinado y de la explotación laboral. Hay muchas denuncias a
Mercadona por abusos laborales, como los testigos que Jordi Évole entrevistó en
el “Salvados” del domingo pasado, centrado en esta gran cadena de
supermercados. El documental trató tres grandes bloques: el modelo de empresa,
los trabajadores y los proveedores. Aunque todos los temas son de gran interés,
nos fijaremos en los empleados.
En el programa aparecieron dos trabajadores de Mercadona y
un abogado laboralista que mostraron la cara menos amable de la cadena,
contando dos casos de problemas laborales con la empresa. Estos testigos sirven
para analizar las técnicas que usan los supermercados en todo el mundo, que
Xavier Montagut y Esther Vivas revisan en el libro Supermercados, no gracias.
Los supermercados actuales usan técnicas neotayloristas,
como la informatización y automatización del trabajo, la parcelación y
simplificación de tareas o control de cumplimiento, para conseguir mejorar el
rendimiento de los trabajadores y aumentar su productividad, que se calcula
mediante las vendas por empleado y las vendas por metros cuadrados. Además, se rigen por la
famosa frase de “el cliente siempre tiene la razón”, que simplifica la idea de
cliente rey: el trabajo y los servicios se orientan para facilitar la compra a
través de la ampliación de servicios como la oferta de más modalidades de pago,
más horas de apertura, gasolineras a precios bajos, servicios a domicilio y
cajas rápidas. Y no sólo eso, los empleados tienen que mostrarse siempre
amables y dispuestos a recibir quejas, ya que “el cliente siempre tiene la
razón y es como el segundo jefe”.
Pero los dos testigos que aparecieron en “Salvados” hablaban
sobre todo de sus (malas) vivencias en sus puestos de trabajo a la hora de pedir
bajas o de sindicarse. Tanto uno como el otro aseguraron que aun sufriendo
lesiones físicas no se les concedieron las bajas y tuvieron que trabajar
igualmente. “Mercadona es una empresa autoaseguradora, está exenta de pagar las
cotizaciones a la
Seguridad Social y ella misma paga al trabajador cuando está
de baja. Eso es legal, pero cuanto menos tiempo esté un trabajador de baja más
beneficio económico tiene”, afirmó el abogado que los acompañaba en la
entrevista. Uno de los testigos, que tuvo una rotura en el tendón de Aquiles,
afirma que “cuando alguien se coge la baja, en Mercadona se enciende la
alerta".
Otro de los problemas que se encuentran los trabajadores de
la empresa de Juan Roig es el sindicalismo. La testigo de Jordi Évole afirma
que fue presionada para no afiliarse a la Confederación
Intersindical Galega y para que lo hiciese en UGT o CCOO. Al
no hacerlo, se le suprimió la prima anual. En Supermercados, no gracias se nos
cuentan las artimañas de los grandes supermercados a la hora de controlar el
sindicalismo de sus empleados. Primero se potencia el sindicalismo amarillo,
controlado por la propia empresa premiando a aquellos trabajadores que se
afilien a FASGA o FETICO, los sindicatos amarillos del sector. Después se
dificulta el trabajo de los sindicatos autónomos, a veces con prácticas
ilegales, y por lo tanto desincentivan a los trabajadores a afiliarse.
Finalmente, algunas empresas han hecho lo imposible para manipular las
elecciones sindicales, ya sea cambiando las urnas de sitio o haciendo campaña
por sus sindicatos el mismo día de las votaciones. A las empresas les interesa
que los trabajadores tengan una relación individualizada y que no se unan en
sindicatos, una manera de hacerlo es presionarlos para que no cojan bajas,
permisos... Como se ve en “Salvados”.
En este enlace tenéis el documental: http://www.atresplayer.com/television/programas/salvados/temporada-12/capitulo-7-fenmeno-mercadona_2016112500677.html
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