Cristina Xalma nos hace llegar esta breve reflexión sobre cómo afecta a la política cubana el mensaje de retirada de la vida pública de Fidel Castro. Cristina Xalma, doctora en Economía Internacional y Desarrollo Económico, especializada en economía cubana es autora del libro Cuba: ¿Hacia dónde? Transformación política, económica y social en los noventa. Escenarios de futuro.
Cristina Xalma. El periódico Granma (órgano de comunicación del Partido Comunista de Cuba –PCC-) amanecía esta mañana con un mensaje del que hasta hoy ha sido Comandante en Jefe de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz. En este mensaje, Fidel Castro anunciaba, tras 19 meses de convalecencia, que ni aspira ni aceptará los cargos de Presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros. Dichos cargos se someterán a votación en la Asamblea Nacional cubana a partir del próximo domingo 24 de febrero, en una asamblea que decidirá la composición de las dos instituciones de gobierno más importantes de Cuba.
El mensaje de Fidel Castro enlaza, tal y como él mismo reconoce en su texto, con los mensajes que ya ha enviado en los últimos meses a través de sus conocidas reflexiones, así como con los incluidos en la carta leída a finales de diciembre, durante la jornada de apertura de las últimas sesiones sostenidas por el parlamento cubano antes de su renovación.
En todos estos mensajes hay claves coincidentes: un claro rechazo a la injerencia externa y al diseño de transiciones para Cuba; una reafirmación de un escenario de sucesión (o continuidad) del proceso cubano en el marco que recoge la Constitución aprobada en 1976; un mensaje de unidad y de control interno de la situación, con aceptación y asimilación normal del nuevo escenario por parte de la población; un reconocimiento a las responsabilidades políticas de Raúl Castro como Vicepresidente por méritos históricos (no como hermano); y un importante respeto a las instituciones y a sus decisiones, especialmente a las que se vayan a tomar en el nuevo parlamento a partir del próximo día 24.
En este sentido, la próxima composición del Consejo de Estado y de Ministros va a ser relevante pero no determinante, pues la estrategia general ya está fijada y es de consenso. De hecho, y más allá de los protagonistas, existen dos escenarios de Presidencia: uno en el que una misma persona concentre las Presidencias del Consejo de Estado y de Ministros; otro (para el cual es imprescindible la convocatoria de una reforma que fije constitucionalmente la separación de poderes) en el que cada una de esos cargos sea asumido por una persona distinta. En cualquier caso, los pasos de corto/medio plazo ya han sido anunciados y pasarán por un ajuste económico que afectará inicialmente al sector agrícola, y cuyo objetivo fundamental será superar las principales contradicciones que hoy enfrenta la economía cubana.
Cristina Xalma. El periódico Granma (órgano de comunicación del Partido Comunista de Cuba –PCC-) amanecía esta mañana con un mensaje del que hasta hoy ha sido Comandante en Jefe de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz. En este mensaje, Fidel Castro anunciaba, tras 19 meses de convalecencia, que ni aspira ni aceptará los cargos de Presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros. Dichos cargos se someterán a votación en la Asamblea Nacional cubana a partir del próximo domingo 24 de febrero, en una asamblea que decidirá la composición de las dos instituciones de gobierno más importantes de Cuba.
El mensaje de Fidel Castro enlaza, tal y como él mismo reconoce en su texto, con los mensajes que ya ha enviado en los últimos meses a través de sus conocidas reflexiones, así como con los incluidos en la carta leída a finales de diciembre, durante la jornada de apertura de las últimas sesiones sostenidas por el parlamento cubano antes de su renovación.
En todos estos mensajes hay claves coincidentes: un claro rechazo a la injerencia externa y al diseño de transiciones para Cuba; una reafirmación de un escenario de sucesión (o continuidad) del proceso cubano en el marco que recoge la Constitución aprobada en 1976; un mensaje de unidad y de control interno de la situación, con aceptación y asimilación normal del nuevo escenario por parte de la población; un reconocimiento a las responsabilidades políticas de Raúl Castro como Vicepresidente por méritos históricos (no como hermano); y un importante respeto a las instituciones y a sus decisiones, especialmente a las que se vayan a tomar en el nuevo parlamento a partir del próximo día 24.
En este sentido, la próxima composición del Consejo de Estado y de Ministros va a ser relevante pero no determinante, pues la estrategia general ya está fijada y es de consenso. De hecho, y más allá de los protagonistas, existen dos escenarios de Presidencia: uno en el que una misma persona concentre las Presidencias del Consejo de Estado y de Ministros; otro (para el cual es imprescindible la convocatoria de una reforma que fije constitucionalmente la separación de poderes) en el que cada una de esos cargos sea asumido por una persona distinta. En cualquier caso, los pasos de corto/medio plazo ya han sido anunciados y pasarán por un ajuste económico que afectará inicialmente al sector agrícola, y cuyo objetivo fundamental será superar las principales contradicciones que hoy enfrenta la economía cubana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario