Encontramos cúpulas en todas las culturas del mundo desde tiempos inmemoriables. Cada sociedad tiene sus referentes, en Occidente
por ejemplo las cúpulas más famosas son la del Panteón en Roma (siglo II) o la
de la Basílica de San Pedro en el Vaticano y la de Santa María de las Flores de
Florencia, construidas durante el Renacimiento. Todas ellas tienen una
característica en común: están hechas de piedra. Pero también se pueden
construir con hielo, como los iglús e incluso con la misma tierra. Este es el caso
de Gernot Minke, autor de Cúpulas y bóvedas para vivir y trabajar, crear y meditar.
Minke trabaja a partir de elementos naturales y ha desarrollado
distintas técnicas de construcción de cúpulas. Ha creado diversos proyectos que
van des de salas de meditación a viviendas enteras, pasando por guarderías,
bares y restaurantes. En Villa General Belgrano, Córdoba, Argentina en 2015 construyó
la mayor cúpula construida de adobes en Latinoamérica: la cúpula de Awaike. A
través de unos talleres y con la ayuda de 24 personas se levantó una cúpula de
9,2m de diámetro y 5,95m de altura. Está cubierta de techo vivo, es decir, se
cubrió de vegetación para integrarla al entorno. El techo vivo y los jardines
verticales también han sido muy trabajados por Minke y se encuentran recogidos
en el libro Muros y fachadas verdes, jardines verticales.
La cúpula de Awaike y otros de sus proyectos se recogen en
el libro: Cúpulas y bóvedas para vivir y trabajar, crear y meditar.
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