Reproducimos la entrevista que Sonia García le hizo a Edu Ponces, uno de los integrantes del proyecto "En el camino", para El Periódico de Catalunya (aquí podéis encontrar la versión en catalán). Icaria editorial ha publicado un libro que forma parte del proyecto, el libro de crónicas periodísticas Los migrantes que no importan, de Óscar Martínez.
De octubre del 2008 a diciembre del 2009, un equipo integrado por Óscar Martínez y la directora Marcela Zamora (salvadoreños), la documentalista israelí Karen Shayo y los fotógrafos de Ruido Photo Edu Ponces, Toni Arnau y Eduardo Soteras recorrieron los caminos de los indocumentados en México, como parte del proyecto En el camino, que hoy presentan en forma de libro y de documental.
-¿Cómo empezó este proyecto?
-Llevo muchos años trabajando en Centroamérica y formo parte del proyecto En el camino, que hemos financiado, junto con el periódico salvadoreño El Faro y la organización catalana Ruido Photo.
-¿Qué ocurre en esa región?
-Una tragedia que se ha convertido en una gran crisis humanitaria. Medio millón de centroamericanos cruzan México para intentar llegar a Estados Unidos y en el camino sufren vejaciones y maltratos, abusos sexuales, pero sobre todo, son víctimas de asaltos y secuestros perpetrados por autoridades corruptas y grupos vinculados al narcotráfico.
-¿El narcotráfico agrava la situación?
-Sí. La entrada del crimen organizado comenzó en los años 2007 y 2008, cuando el grupo de los Zetas (exmilitares de alto rango) empezó a secuestrar a las personas que pasan por Tabasco, Veracruz y Tamaulipas.
-¿Qué roban a los inmigrantes?
-La mayoría tiene familia en EEUU y tienen ahorrado algo de dólares para apoyar a sus familiares o pagar a un coyote (quien se encarga de pasarlos en la frontera). Así que los delincuentes, vinculados con los coyotes, los llevan a casas de seguridad y llaman a los familiares para pedirles dinero. Es un gran negocio.
-¿Tanto?
-Recientemente la Comisión Nacional de Derechos Humanos en México publicó un informe con testimonios de casi 10.000 personas a las que han robado 25 millones de dólares en un año.
-¿Por qué no se hace nada?
-A diferencia de los mexicanos, que han sabido centrar sus derechos en el ojo público, los centroamericanos no han podido mostrarlo. Las autoridades también han ocultado esa salvajada. No cuentan para nada. No hay sistemas de control, ni denuncias, porque los salvadoreños, hondureños y guatemaltecos quieren seguir pasando a EEUU.
-¿Por qué no actúan las autoridades de esos países?
-Tan solo en El Salvador, el presupuesto nacional es igual a lo que envían los ciudadanos que viven en EEUU. Las autoridades son parte de la delincuencia. Los narcos son la autoridad real y los que gobiernan miran para otro lado.
-Ustedes vivieron con los indocumentados. ¿Qué descubrieron?
-El grupo más numeroso es el de las mujeres y el 80% de las que cruzan la frontera son violadas. Se asume como parte del peaje a pagar por ir al otro lado. Otras son obligadas a prostituirse.
-¿Cuál es su objetivo?
-Tratar de entender lo que veo. Intentar que la migración sea vista desde el punto de vista humano.
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