Las grandes empresas españolas y sus fieles representantes políticos han ido por el mundo celebrando su grandeza. No les importaba quienes eran sus interlocutores, si eran dictadores por ejemplo, sino sus pingües negocios. El petroleo, la industria militar, los trenes de alta velocidad o el negocio inmobiliario son la cara visible de una Marca España sin complejos ni manías.
El último caso, destapado por eldiario.es, es el de José María Aznar, la multinacional Abengoa y el dictador libio Muamar el Gadafi: Cobraba un 1% de comisión por hacer de intermediario entre la empresa y Gadafi.
No olvidemos tampoco la visita de Mariano Rajoy a Teodoro Obiang, el presidente autoritario de Guinea Ecuatorial o el partido amistoso de la Selección española de fútbol, campeona del mundo, que se dio en Malabo.
Juan Carlos de Borbón fue un autentico especialista en este tipo de encuentros. Desde sus populares encuentros con los reyes saudíes hasta las cacerías amañadas en Rusia.
El PSOE también ha contibuido a reforzar la Marca España. Fruto de esto y los lazos familiares Felipe González goza de una maravillosa amistad con el mulitmillonario mexicano Carlos Slim, considerado el hombre más rico del mundo.
Finalmente el rey Felipe VI sigue reforzando los lazos con Mohammed VI de Marruecos. Como vemos en la foto de "facilitador" no se nace sino que se hace. Ambos fueron educados para esta tarea...
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