Jordi Miralles ha escrito una fantástica reseña sobre Vivir (bien) con menos, una obra de Manfred Linz, Jorge Riechmann y Joaquim Sempere. Nos permitimos transcribirla al completo. Gràcies Jordi!
Pocas veces un libro de 120 páginas puede, parafraseando su título, leerse bien en tan pocas páginas. En realidad, más que un libro de autor es un libro que une a tres autores sobre un mismo tema. El tema lo introduce un árticulo de Manfred Linz, breve y conciso, pero claro y contundente: “la sostenibilida puede perseguirse por tres caminos distintos, eficiencia, coherencia y suficiencia”. Y añade “ninguno de estos caminos, sin los otros dos nos conduciría al objetivo. Eficiencia para orientar el mejor aprovechiamiento de la materia y la energía en los usos que hagamos de ellas. Suficiencia, para tratar de lograr un menor consumo de los recursos a través de una demanda de bienes menor y coherencia en utilizar tecnologías compatibles con la naturaleza. La suficiencia nos debe marcar el estilo de vida para vivir dentro de los límites del planeta. Por ello la suficiencia debe basarse en el equilibrio del bienestar lo cual requiere un equilibrio entre la riquerza en bienes, en tiempo y en relaciones”. A continuación es el doctor en filosofía Joaquim Sampere quien toma el relevo con una buena pregunta: ¿Es posible la austeridad voluntaria en un mundo que se hunde en la insostenibilidad ecológica? . La austeridad voluntaria (AV)se ha
entendido en los ámbitos más bien religiosos como “un ejercicio moral de autodominio, para resistirse a las tentaciones simplemente placenteras y gobernarse con las funciones superiores de la mente humana por encina de las pasiones hedónicas inmediatas y primarias”. En un contexto laico la “AV seria autodomonio y autocontrol, de liberitad interior frente a los anzuelos del placer exterior”, etc. Sampere lo plantea con un ejemplo claro. En una época de despilfarro colectivo en el uso de los recursos planetarios y en que ya tenemos constancia de la amenaza que supone para la propia civilización humana, ¿es posible asumir que con austeridad voluntaria pueda evitarse la tragedia anunciada?. La cuestión es que cuando hay un crecimiento exponencial como el que se viene dando en el último siglo, el final parece lejos y sin embargo, en realidad, es inminente. Resulta que ante esta realidad el asumir pequeños gestos individuales no se aprecia como algo esencial, es lo que llama el autor “la tiranía de las pequeñas decisiones”. Las necesarias acciones individuales, múltiples y dispersas no están vinculadas con el grado de consecución frente a los efectos de la suma de millones de pequeñas decisiones que en sí pueden parecer insignificantes. Está claro que el impacto social de las advertencias ecologistas sobre los hábitos colectivos son mínimos. Los casos en que colectivamente se adoptan medidas de austeridad voluntaria sin rechistar es en guerras, carestías, catástrofes, etc. El artículo dibuja las formas de conducta que permiten avanzar hacia la austeridad no voluntaria pero autoimpuesta por la colectvidad, así como algunos principios generales. Hemos querido casi sintetizar el contenido de estas dos primeras intervenciones que abren el libro porqué cada uno juzgue si vale la pena profundizar en las propuestas de los autores. Pero llegados aquí hay dos intervenciones más, la primera nuevamente de Linz, quien plantea la pregunta de que pasaría con la economía si nos aplicásemos en suficiencia. Su conclusión es que “una vida social y economíca orientada hacia la conservación de recursos y la justa medida no perturba el fucionamiento económico, ni muchos menos arruina la economía”. Este optimismo de un experto en el estudio de la sostenibilidad como Manfred Linz, investigador del alemán Instituto Wuppertal, da paso al último apartado de aparente título esotérico “Oikos&Jaikus, reflexiones sobre la crisis ecosocial” de Jorge Riechmann, quien a su vez es responsable de la edición de este libro. En cincuenta páginas, deleita al lector con cincuenta pequeñas reflexiones. Uno se da cuenta pronto que en realidad que se adentra en un pequeño poema sobre la sostenibilidad, en definitiva, sobre el amor, “porqué el secreto de la sostenibilidad es el amor” y la esperanza: “sólo puede moverse a los seres humanos a cambiar sus acciones si tienen esperanza y sólo pueden tener esperanza si tienen visión; y sólo pueden tener visión si se les muestran alternativas”.
Riechmann con sus 50 reflexiones aporta estas visiones. Visiones para dejar de ser “humanos esencialmente dimisionarios –de su vida y su responsabilidad– que proyectan sobre la tecnociencia la capacidad de creación que es en realidad propia de la acción política en sentido fuerte”, eso sí sin olvidar que “no es posible construir una sociedad ecológica sin poner radicalmente en cuestión las estructuras de poder y de propiedad. Ni es posible sin introducir radicales medidas de limitación en el consumo de energía y materiales. Éstas son verdades que, en las sociedades del Imperio del Norte, casi nadie queire oír. Pero no por eso vamos a dejar de enunciarlas."Vivir (bien) con menos es una pequeña joya en la que tres autores nos sumergen en el mundo de las verdades incómodas que no queremos oír. Pero lo hacen de una forma exiquisita y con compromiso. Podéis estar seguros que las 50 reflexiones de oikos, el esplendor de nuestra casa biosférica y jaikus, el frágil poder de la creación humana incita a ser releído varias veces. Debemos agradecer el compromiso de este filósofo y poeta que es Jorge Riechmann, que en esta breve obra se convierte en un lujo para la reflexión ecológica en lengua española.
Pocas veces un libro de 120 páginas puede, parafraseando su título, leerse bien en tan pocas páginas. En realidad, más que un libro de autor es un libro que une a tres autores sobre un mismo tema. El tema lo introduce un árticulo de Manfred Linz, breve y conciso, pero claro y contundente: “la sostenibilida puede perseguirse por tres caminos distintos, eficiencia, coherencia y suficiencia”. Y añade “ninguno de estos caminos, sin los otros dos nos conduciría al objetivo. Eficiencia para orientar el mejor aprovechiamiento de la materia y la energía en los usos que hagamos de ellas. Suficiencia, para tratar de lograr un menor consumo de los recursos a través de una demanda de bienes menor y coherencia en utilizar tecnologías compatibles con la naturaleza. La suficiencia nos debe marcar el estilo de vida para vivir dentro de los límites del planeta. Por ello la suficiencia debe basarse en el equilibrio del bienestar lo cual requiere un equilibrio entre la riquerza en bienes, en tiempo y en relaciones”. A continuación es el doctor en filosofía Joaquim Sampere quien toma el relevo con una buena pregunta: ¿Es posible la austeridad voluntaria en un mundo que se hunde en la insostenibilidad ecológica? . La austeridad voluntaria (AV)se ha
entendido en los ámbitos más bien religiosos como “un ejercicio moral de autodominio, para resistirse a las tentaciones simplemente placenteras y gobernarse con las funciones superiores de la mente humana por encina de las pasiones hedónicas inmediatas y primarias”. En un contexto laico la “AV seria autodomonio y autocontrol, de liberitad interior frente a los anzuelos del placer exterior”, etc. Sampere lo plantea con un ejemplo claro. En una época de despilfarro colectivo en el uso de los recursos planetarios y en que ya tenemos constancia de la amenaza que supone para la propia civilización humana, ¿es posible asumir que con austeridad voluntaria pueda evitarse la tragedia anunciada?. La cuestión es que cuando hay un crecimiento exponencial como el que se viene dando en el último siglo, el final parece lejos y sin embargo, en realidad, es inminente. Resulta que ante esta realidad el asumir pequeños gestos individuales no se aprecia como algo esencial, es lo que llama el autor “la tiranía de las pequeñas decisiones”. Las necesarias acciones individuales, múltiples y dispersas no están vinculadas con el grado de consecución frente a los efectos de la suma de millones de pequeñas decisiones que en sí pueden parecer insignificantes. Está claro que el impacto social de las advertencias ecologistas sobre los hábitos colectivos son mínimos. Los casos en que colectivamente se adoptan medidas de austeridad voluntaria sin rechistar es en guerras, carestías, catástrofes, etc. El artículo dibuja las formas de conducta que permiten avanzar hacia la austeridad no voluntaria pero autoimpuesta por la colectvidad, así como algunos principios generales. Hemos querido casi sintetizar el contenido de estas dos primeras intervenciones que abren el libro porqué cada uno juzgue si vale la pena profundizar en las propuestas de los autores. Pero llegados aquí hay dos intervenciones más, la primera nuevamente de Linz, quien plantea la pregunta de que pasaría con la economía si nos aplicásemos en suficiencia. Su conclusión es que “una vida social y economíca orientada hacia la conservación de recursos y la justa medida no perturba el fucionamiento económico, ni muchos menos arruina la economía”. Este optimismo de un experto en el estudio de la sostenibilidad como Manfred Linz, investigador del alemán Instituto Wuppertal, da paso al último apartado de aparente título esotérico “Oikos&Jaikus, reflexiones sobre la crisis ecosocial” de Jorge Riechmann, quien a su vez es responsable de la edición de este libro. En cincuenta páginas, deleita al lector con cincuenta pequeñas reflexiones. Uno se da cuenta pronto que en realidad que se adentra en un pequeño poema sobre la sostenibilidad, en definitiva, sobre el amor, “porqué el secreto de la sostenibilidad es el amor” y la esperanza: “sólo puede moverse a los seres humanos a cambiar sus acciones si tienen esperanza y sólo pueden tener esperanza si tienen visión; y sólo pueden tener visión si se les muestran alternativas”.
Riechmann con sus 50 reflexiones aporta estas visiones. Visiones para dejar de ser “humanos esencialmente dimisionarios –de su vida y su responsabilidad– que proyectan sobre la tecnociencia la capacidad de creación que es en realidad propia de la acción política en sentido fuerte”, eso sí sin olvidar que “no es posible construir una sociedad ecológica sin poner radicalmente en cuestión las estructuras de poder y de propiedad. Ni es posible sin introducir radicales medidas de limitación en el consumo de energía y materiales. Éstas son verdades que, en las sociedades del Imperio del Norte, casi nadie queire oír. Pero no por eso vamos a dejar de enunciarlas."Vivir (bien) con menos es una pequeña joya en la que tres autores nos sumergen en el mundo de las verdades incómodas que no queremos oír. Pero lo hacen de una forma exiquisita y con compromiso. Podéis estar seguros que las 50 reflexiones de oikos, el esplendor de nuestra casa biosférica y jaikus, el frágil poder de la creación humana incita a ser releído varias veces. Debemos agradecer el compromiso de este filósofo y poeta que es Jorge Riechmann, que en esta breve obra se convierte en un lujo para la reflexión ecológica en lengua española.
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